El Congreso de México dio su aprobación definitiva a una reforma constitucional que establece la obligatoriedad de la educación media superior, con lo que solo falta el visto bueno de las legislaturas estatales y la promulgación del presidente Felipe Calderón para que entre en vigor.
Durante su sesión de este jueves, la Cámara de Diputados avaló —por 357 votos a favor— los cambios a los artículos 3 y 31 de la Constitución, con los que el Estado tendrá la obligación de garantizar el acceso al bachillerato, y los padres y tutores, de enviar a sus hijos a cursar ese nivel educativo en planteles públicos o privados.
La reforma había sido aprobada por los diputados en diciembre de 2010. El Senado la avaló con algunas modificaciones en septiembre pasado y, por procedimiento legislativo, la Cámara baja debía realizar una revisión final.
El dictamen plantea como meta el año 2021 para alcanzar la cobertura total en educación media superior y que comience a trabajarse en ese sentido desde el ciclo escolar 2012-2013. Para ello, una vez que sea promulgada, el Estado tendrá que destinar recursos con ese propósito al Sistema Educativo Nacional.
“Creo que un Estado de bienestar, un Estado social y democrático de derecho que se precie de serlo, no puede dejar de brindar educación a todas las personas que habitan en el Estado y, por lo tanto, todos los niveles educativos deberían ser accesibles, gratuitos, públicos, laicos: a las personas, a los habitantes, a los gobernados de este país”, dijo en su intervención en la tribuna el diputado Jaime Cárdenas, del Partido del Trabajo (PT).
Algunos de los propósitos de la reforma son aumentar de nueve a 12 los años de enseñanza obligatoria en el país —hasta ahora abarca seis de primaria y seis de secundaria—, así como atender a los jóvenes que no estudian ni trabajan, popularmente conocidos como ni-nis.
De acuerdo con algunas estimaciones, existen casi siete millones de jóvenes de entre 15 y 17 años en esa situación, por factores como verse excluidos de la educación media superior.